Los criollitos son uno de los tantos símbolos tradicionales que representan a Córdoba. Protagonistas de muchos desayunos y meriendas, se posicionaron como una de las especialidades más compradas en cada panadería de la provincia. Su sabor único e inigualable cautiva a todos los cordobeses e incluso a muchos turistas. Hoy compartimos su historia y la receta para que puedan acompañarlos en las tardes de mate con familia.
Origen de los criollitos cordobeses
Los criollitos, al igual que muchas de las recetas tradicionales de Argentina, le debe su origen a los inmigrantes italianos. Si bien no hay una historia concreta de cómo surgieron, no caben dudas que nació de una fusión de culturas.
La inmigración europea trajo con su llegada cientos de recetas de panadería y masas en general. Los criollitos son una versión renovada de los conocidos “bizcochos” palabra que proviene del latín antiguo “panis bis coctus” y significa pan horneado dos veces.
Una leyenda que es historia
Para los italianos eran los “biscottos” y para los franceses “biscuit” siendo una de las recetas que más preparaban en Argentina desde su arribo al país. Muchas leyendas de la provincia de Córdoba cuentan que los criollitos nacieron de una mezcla de ingredientes sobrantes que tenía un conocido panadero del interior. Al darse cuenta del delicioso sabor comenzó a comercializarlos como “criollitos”. Se dice que optó por ese nombre ya que a su familia se la conocía como “los criollos” del pueblo.
El protagonista de cada reunión
No caben dudas que los argentinos somos muy pasionales por la gastronomía tradicional. En Córdoba tenemos la particularidad de ser reconocidos por muchas recetas, los criollitos sin dudas es una de las más importantes. Basta con observar los parques, las plazas y los bares para darse cuenta que son los protagonistas de muchos desayunos y meriendas.
Lo único que se discute es si serán comunes o de hojaldre, porque hasta en eso nos sorprende, hay para todos los gustos. Muchos los acompañan con mates, dulce de leche o una rica mermelada casera. Quienes se atreven le agregan manteca y azúcar. Sucede que su sabor particular queda excelente con extras dulces o salados. Sin dudas, más que una especialidad panadera, los criollitos son una gran compañía.
Ingredientes para preparar tus criollitos
Para llevar el sabor de esta espectacular delicia a cada rincón del país, compartimos la receta. Primero es necesario asegurarse los ingredientes que son la clave de este éxito. Para hacer criollitos caseros se necesitarán: 500 gramos de harina triple cero, dos cucharaditas de sal fina, 8 gramos de levadura instantánea, 150 gramos de manteca (también puede ser grasa o margarina, queda a elección de cada uno) y un vaso de agua tibia. Si queremos que queden doraditos y crujientes, debemos apartar un poco de manteca para fundirla y poder pincelar al final.
La preparación ¡Manos a la obra!
El paso a paso de la receta de los criollitos es bastante sencilla y divertida. Para empezar, debemos mezclar en un bowl la harina, la sal, la levadura y la manteca. Para que se forme una masa homogénea, tendremos que agregar agua tibia de a poco hasta lograr una buena consistencia sin pegotes. Una vez que logramos formar el bollo de masa, lo dejaremos reposar aproximadamente 25 minutos envuelto en film y con un repasador encima.
Siguiente paso
El paso siguiente es sin dudas el que más se disfruta: estiraremos la masa en una superficie limpia pero con harina espolvoreada. Con el palo de amasar, intentaremos dar la forma de un rectángulo o cuadrado, lo que nos quede más fácil. Por otro lado y con la manteca derretida, comenzaremos a pincelar la masa, esto es fundamental para dar la sensación crocante que distingue a los criollitos.
Una vez que finalizamos con el pincel, doblaremos la masa al medio y estiraremos con el palo de amasar. Una vez más, dejamos descansar a temperatura ambiente, durante unos 15 minutos aproximadamente. En este paso no es necesario tapar con film.
La esencia y el resultado final
Llegando a los pasos finales de esta receta, retomaremos la masa para repetir el mismo procedimiento (estirar pero un poquito sin presionar, untar con grasa o manteca y doblar). Aunque parezca repetitivo, debemos realizar el paso anterior unas 5 veces, este es el secreto detrás de la magia. Algo muy importante a tener en cuenta es que entre doblez y doblez, es fundamental dejar reposar durante 15 minutos.
Una vez que finalicemos con la secuencia anterior, volvemos a estirar suavemente la masa. Comenzaremos a cortar cuadraditos del tamaño deseado, pero no muy grandes. Con un tenedor pinchamos para hacer los agujeritos (esto evitará que se “inflen”) y pincelamos nuevamente cada criollito con grasa o manteca. Dejamos descansar 15 minutos más y llevamos al horno. Separados en una fuente, a fuego medio, dejamos cocinar por 25-30 minutos aproximadamente. Ahora sólo queda preparar el mate, buscar el dulce de leche y ¡A disfrutar de estos deliciosos criollitos caseros!
Buonissimi per il mate!