Hace exactamente 34 años la Argentina se coronaba campeón del mundo del mundial México 86 de la mano del ídolo Diego Armando Maradona. Este equipo en Córdoba es recordado con mucho cariño haciendo énfasis en 3 integrantes Maradona, Cuciuffo y Ruggeri.
El Equipo que de la nada salió campeón del mundo
Carlos Salvador Bilardo decidió tomar las riendas de la selección argentina a pesar de ser bastante resistido por los medios de comunicación de la época, y en consecuencia, por gran parte de la gente. El proceso Menotti había revolucionado el fútbol argentino y le había entregado su primer Copa del Mundo en 1978. La llegada de Bilardo en 1983, luego del mundial de España, con un estilo diametralmente opuesto en cuanto a conceptos, no terminó por caer del todo bien en un primer momento.
Además Bilardo era un hijo pródigo del recordado Estudiantes de la Plata de Zubeldía, campeón de tantos torneos, pero también merecedor de muchas críticas por un estilo de juego muy rocoso y fuerte, además de portar sobre sus hombros famosas leyendas de acciones antideportivas (como, por ejemplo, usar alfileres en medio de los partidos para intimidar a sus rivales). La gota de agua que rebalsó el vaso fueron las clasificatorias para ese mundial donde Argentina no tuvo un buen resultado. Clasificó por muy poco en un partido ante Perú.
Curiosidades y fábulas de este Mundial
Por alguna razón todo lo relacionado con este mundial está lleno de leyendas, fábulas e historias.
Primera curiosidad: como ya dijimos, Bilardo tenía todos los medios en contra por tener un estilo de juego totalmente distinto al Menottismo.
Segunda curiosidad: Passarella el “segundo jugador” y anterior capitán de la selección, no era del todo agradable para Bilardo. Días antes del debut en el mundial, la delegación fue a comer a un famoso restaurante de México, donde Passarella resultó intoxicado (fue el único). Se dice que dicha intoxicación fue adrede para desafectar al mismo del torneo.
Tercera curiosidad: la delegación se hospedaba en un predio perteneciente al América de México. Dentro del mismo, no había suficiente lugar para todos, a raíz de eso, se improvisó un refugió con maderas en uno de los quinchos del predio, donde entre otros durmieron Ruggeri, Passarella y Brown.
Más curiosidades
Cuarta curiosidad: Una de las más conocidas la “camiseta contra Inglaterra”. Esta camiseta la crearon una noche antes debido a que no eran del agrado del técnico. Las camisetas tenían un cuello redondo que según Bilardo no dejaban respirar bien al jugador, por eso solicitó que tengan cuello en V. Esto fue reconocido por el mismísimo Maradona.
Quinta curiosidad: La “vuelta olímpica en privado”. Después de la final con Alemania se hizo imposible dar la vuelta al estadio por la cantidad de gente que entró a la cancha; por esta razón la vuelta olímpica se dio en privado donde concentraba la selección y por esta razón hasta el día de hoy no existe ninguna foto.
Los jugadores con acento cordobés y sangre italiana
Oscar Ruggeri y José Luis Cuciuffo eran los dos cordobeses que fueron titulares en todos los partidos a excepción del primero donde faltó la presencia del central. Con gusto daremos una breve biografía de estos dos jugadores tan conocidos por el fútbol argentino y el mundo.
El “crack” y el “buena gente”
Oscar Ruggeri nació y creció en Corral de Bustos, una ciudad de la pampa gringa fundada por piamonteses-lombardos. Oscar se crió con todas las características de un cordobés rural de esta zona geográfica entre “tambos y campos”. En más de una entrevista ha comentado que no le gustan los ñoquis que le preparaba su madre y su abuela los domingos; aunque se define a sí mismo como un argentino de pura cepa, no niega que creció rodeado de italianidad.
José Luis Cucciufo era originario de Córdoba capital nieto de inmigrantes italianos del centro de Italia, a diferencia de Ruggeri su acento cordobés era mucho más marcado. Era conocido por ser un “buen tipo” por toda la selección argentina ya que te ayudaba dentro y fuera de la cancha. Era muy cómico y se las pasaba haciendo chistes con Ruggeri (demostrando ambos la identidad cordobesa).
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