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DE PASEO GUÍA TURÍSTICA

El Gran Hotel Viena: un misterio frente al mar

Hotel Viena - Frente

El Gran Hotel Viena fue uno de los hoteles más lujosos que se construyó en la Miramar de los años ‘40. Pese al paso del tiempo, su mística aún atrae turistas y curiosos de todo el mundo. La belleza natural que rodea a la localidad de Miramar de Ansenuza no es lo único que atrae a turistas al sector sur de la Laguna Mar Chiquita, ubicada en el noreste de Córdoba. Mitos y leyendas captan la atención de los curiosos, y quizás la que genera la mayor fascinación es la del Gran Hotel Viena.

Un poco de historia

La historia del Gran Hotel Viena comienza en 1939, cuando la familia Pahlke, compuesta por  Máximo, Melitta y sus dos hijos, descubre Miramar de Ansenuza. La pareja buscaba un alivio para las crisis de asma y la psoriasis que tenían Melitta y sus hijos, y llegaron al lugar atraídos por la fama del barro de la laguna, cuyos minerales poseen propiedades curativas.
Usualmente, la familia Pahlke buscaba estas curas en Europa, pero con la llegada de la Segunda Guerra Mundial optaron por buscar una opción más cercana. Los Pahlke vivían en Buenos Aires -habían llegado a la Argentina entre 1920 y 1930-, y Máximo había forjado su fortuna trabajando para la filial argentina de Mannesmann, una compañía que se dedicaba al acero y tenía su casa matriz en Düsseldorf, Alemania.
Cuando los Pahlke llegaron a Miramar, se asociaron con María Trementzberger (propietaria de la Pensión Alemana) y realizaron una ampliación y mejoramiento de la vieja propiedad, convertida al nombre de Pensión Viena. Si bien esa asociación no prosperó, la familia usó su fortuna para crear el Gran Hotel Viena, que tenía el mayor lujo y confort posible para la época. El nombre del hotel viene de Melitta, quien había nacido en Austria y decidió homenajear a su patria de esa forma.

Cómo era el Gran Hotel Viena

El hotel se inauguró en 1943, y su construcción avanzó por etapas a la vez que se recibían visitantes. En su esplendor, constaba de tres secciones. Una era para la clase alta, que daba a la vera de la laguna. Otra, para la clase media, que constaba de habitaciones más pequeñas. Y otra, para criados, niñeras e institutrices de la clase alta, además de un pabellón para el sector de spa termal. Tenía además un surtidor de combustible, una biblioteca, una sucursal bancaria y su propia cava de vinos. 

Hotel Viena - Ala Clase Alta
El ala de la clase alta daba a las mejores vistas del Hotel Viena. Hoy, es la parte más destruida de la estructura. (Brenda Marella)

Dos enormes grupos electrógenos traídos de Alemania alimentaban la calefacción, el aire acondicionado, los ascensores y la electricidad del hotel. Ésta funcionaba de forma autónoma al tendido eléctrico de Miramar. Tanto es así, que cuando se cortaba la luz en el pueblo, lo único que se podía ver de noche eran las luces del Gran Hotel Viena reflejadas en la laguna Mar Chiquita.
En el sector de la clase alta no se escatimó en lujos: el salón principal tenía arañas de bronce y cristal y estaba revestido en mármol de Carrara. Los ricos comían en vajilla inglesa y copas de cristal. Cuando terminaban de alimentarse, pasaban al salón, donde escuchaban música con un moderno gramófono traído de Alemania.

El abandono

En 1946, la familia Pahlke deja el hotel al cuidado del jefe de seguridad del establecimiento, Carlos Martin Kruegger. Junto a Kruegger queda su pareja, doña Ana, jefa del personal femenino. A partir de allí, oficialmente el Gran Hotel Viena deja de recibir visitantes. Kruegger muere en 1952 y sobre su fallecimiento hay dos versiones. Una dice que murió de un paro cardíaco y otra, que fue envenenado. Su pareja, doña Ana, desapareció y nunca más se la volvió a ver por Miramar.

Hotel Viena - deterioro
Algunos sectores del Hotel Viena están tan deteriorados que tienen prohibida la entrada por el riesgo de derrumbe. (Brenda Marella)

Desde 1952 hasta la década de 1960, el hotel queda a cargo del doctor Koloman Kolomi y su familia. En 1963, la familia Pahlke decide reabrir una sección del hotel para que deje de dar pérdidas económicas. La experiencia se repitió en 1964. Desde 1965 el hotel fue pasando por distintos cuidadores que propiciaron el saqueo del hotel. Las inundaciones entre 1977 y 2003 fueron el golpe de gracia para el Gran Hotel Viena. El agua erosionó gran parte del subsuelo y la estructura del hotel y en la actualidad tiene sectores tan deteriorados que no se puede ingresar a ellos por el riesgo de derrumbe.

¿Vínculos con los nazis?

Cuando los turistas realizan la visita guiada, mientras observan las habitaciones, la cocina y la usina eléctrica del Viena, los guías del hotel refieren que Martin Kruegger habría tenido algún tipo de vínculo con el nazismo. Agregan que cuando Kruegger quedó a cargo del hotel, allí se podrían haber hospedado refugiados de guerra nazis.
Max Pahlke, nieto de Máximo Pahlke y único heredero de la familia, lo niega rotundamente. Afirma que sus abuelos repudiaban al nazismo y que la supuesta conexión del hotel con el Tercer Reich jamás existió. Actualmente, existe un litigio judicial entre el heredero de los Pahlke, la Municipalidad de Miramar y la asociación Amigos del Gran Hotel Viena. Las partes se disputan la administración de lo que queda de la estructura.

Actividad paranormal en el Hotel Viena

Mientras una gata atigrada acompaña la visita nocturna que realizó esta redacción, los guías del museo comentan que el Gran Hotel Viena es un lugar predilecto para los fantasmas. En el primer piso del ala destinada a la clase media está la habitación 106, la que resulta más fascinante. Dicen que allí se vio a dos fantasmas: al de una mujer y al de un hombre mayor. Presuntamente, serían los fantasmas de doña Ana y Martin Kruegger.
Además, aseguran que se escuchan ruidos y golpes, y que una figura infantil fue vista en el sector destinado a criados e institutrices. Esta aparente actividad paranormal atrajo la atención del programa de televisión Ghost Hunters, que en enero de 2010 emitió el episodio del Gran Hotel Viena. Hoy, el museo y salón de eventos es calificado como uno de los lugares con más actividad paranormal de Sudamérica.

Hotel Viena - Laguna Mar Chiquita
El antiguo ingreso del hotel daba a la Laguna Mar Chiquita. Ese sector hoy está anegado por la crecida de la laguna. (Brenda Marella)

Visitas guiadas

Realidad o fantasía, el aura de misterio que rodea al Gran Hotel Viena continúa atrayendo a curiosos y turistas que se atreven a visitarlo. Antes de la pandemia y con el levantamiento de las restricciones se podía acceder a visitas guiadas presenciales diurnas y nocturnas, que con la vuelta a la fase 1 no están permitidas. Sin embargo, durante el confinamiento se realizan visitas guiadas a través de Zoom. Para más información, se puede consultar la página de Facebook: Museo Gran Hotel Viena Miramar.

El Gran Hotel Viena: un misterio frente al mar ultima modifica: 2021-05-26T10:28:43-03:00 da Brenda Marella

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Hermosa nota, muchas gracias.

Julieta B. Mollo

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