Los alfajores cordobeses son una tradición típica de Córdoba. Todo turista que visita la provincia no se va sin antes haberlos probado. Su sabor único cautiva el paladar de muchas personas y como es un antojo muy común, vamos a recrear la receta para que puedan hacerlos caseros y así compartirlo en meriendas con amigos y familiares.
Su historia
El origen del alfajor cordobés se remonta a la antigua tableta creada por los árabes, que cuando conquistaron España, llevaron sus usos y costumbres y transmitieron la receta a la zona de la actual Andalucía, los cuales la tomaron como propia. Más tarde al llegar los españoles al nuevo continente trajeron consigo la fórmula a Argentina. Fue la región central del país quien más la adopta. En aquellas épocas esa región era rica en granjas y huertos de frutos regionales. De esos productos se realizaban dulces-mermeladas y de allí es que surgió la idea de unir 2 tabletas y hacer los alfajores rellenos con dulces de fruta.
Dato curioso de los alfajores cordobeses
Los famosos alfajores no siempre tuvieron este nombre, de hecho en sus inicios se conocían bajo la denominación de “alajú” pero al ser una palabra difícil de pronunciar para muchos, optaron por cambiarla a “alfajor”.
¿Qué necesito para hacerlos?
Los ingredientes que utilizaremos en esta receta se dividen en tres partes. En primer lugar, para la masa es necesario tener: 250 gramos de harina (preferentemente cuatro ceros), 100 gramos de azúcar, 70 gramos de manteca/margarina, 10 gramos de polvo para hornear, 7 gramos de extracto de Malta, 5 gramos de bicarbonato de sodio y 1 huevo.
Por otra parte, para el glaseado necesitaremos: 200 gramos de azúcar impalpable y 50 ml de agua tibia mezclada con 50 ml de jugo de limón.
El relleno de los alfajores cordobeses
El ingrediente más importante es sin dudas el relleno pero este es a gusto de los comensales. Puede ser dulce de leche, membrillo o batata e incluso dulce de frutas. De cualquiera de ellos se usan 400 gramos. Es importante tener en cuenta que con esta cantidad de ingredientes (y los antes mencionados) pueden salir aproximadamente 10 alfajores.
Preparación de los alfajores cordobeses
Para iniciar mezclamos, en un recipiente amplio, la harina junto con el polvo de hornear y el bicarbonato. Una vez que los ingredientes estén homogéneamente integrados los dejaremos reposar tapando el recipiente con un repasador. Luego, batimos la manteca junto con el azúcar dentro de un bowl. Agregamos el huevo y la malta y continuamos revolviendo hasta lograr una consistencia suave y cremosa.
Finalizado el punto anterior, traeremos el primer recipiente para integrar ambas mezclas. Es necesario verter lentamente la mezcla cremosa con la harina, revolviendo despacio hasta lograr que ambas preparaciones estén correctamente integradas logrando la consistencia de masa. Por último, será necesario reposar la mezcla final en la heladera durante media hora.
¡Manos en la masa!
Este es sin dudas uno de los pasos más divertidos al momento de preparar los alfajores cordobeses. Para comenzar, buscaremos la masa que habíamos reservado en la heladera y la estiraremos hasta que llegue a un grosor de entre 3 y 5 milímetros. Una vez estirada, empezaremos a darle forma a las tapitas, el tamaño es a elección ya que depende de cuántos alfajores queremos que salgan.
Finalizado el corte de las tapas, teniendo la precaución de que sean número par, las colocaremos en una fuente previamente enmantecada. Cocinaremos durante 5 minutos en un horno precalentado en aproximadamente 180°.
Pasado el tiempo estimado, si vemos que las tapitas están doradas, apagamos el horno y las retiramos para que se vayan enfriando.
El último paso
Este punto de la receta es clave ya que le da el sabor particular que caracteriza a los alfajores cordobeses. Para comenzar buscaremos las tapitas, que deben estar frías, y en la parte plana agregaremos una cucharada sopera del dulce que sea de nuestra preferencia (de leche, membrillo, frutas, etc). Cerraremos con la otra tapita y una vez armados los alfajores, los vamos separando en una fuente.
El paso siguiente es el glaseado, sin dudas es muy sencillo, pero es necesario ser precisos y detallistas en esta etapa final. Para comenzar mezclaremos el azúcar impalpable con la mezcla previa de agua y jugo de limón. Es importante que esté tibio para evitar que se formen grumos. Si la consistencia estuviera muy líquida podemos agregar más azúcar impalpable de modo que el glaseado sea más espeso. Para finalizar “bañamos” los alfajores con el glaseado y dejamos enfriar para que se sequen, conservándolos en la heladera.
Definitivamente los alfajores cordobeses son la mejor opción en las meriendas de las tardes de invierno, su sabor único es ideal para compartir con un rico mate y buena compañía.
¡Qué ricos los alfajores!
Aspetto invitante😋
Amo 😍
Perdon, la mezcla de la harina con el polvo de hornear hay que dejar reposar????????